Un estudiante se acerca a su sabio maestro, buscando una comprensión más profunda sobre la ilusión del “tiempo”.
Estudiante:
“Maestro, hablas del tiempo como una ilusión, pero mi vida parece una serie de eventos: pasado, presente y futuro. ¿Cómo puedes decir que todo existe en el ahora? Se siente tan real.”
El maestro lo mira pensativamente y dice,
“¿Te gustaría experimentar la verdad de lo que he dicho, más allá de las palabras?”
El estudiante asiente, ansioso por entender. Sin previo aviso, el maestro agarra al estudiante y sumerge su cabeza en un recipiente con agua. El estudiante lucha al principio, sorprendido y confundido. El pánico surge mientras lucha por aire. Pero pronto, algo extraordinario comienza a suceder.
El mundo que lo rodea se desvanece y se encuentra reviviendo toda su vida. Al principio, es un niño pequeño de nuevo, despreocupado y lleno de asombro. Corre por los campos, ríe con amigos y siente el amor de su familia. Cada momento es vívido, cada sensación real. A medida que los años pasan, envejece: experimenta la alegría del primer amor, la emoción de la aventura, el orgullo del logro.
Pero junto con estos momentos de felicidad llegan inevitables momentos de tristeza. Sufre pérdidas, desamores, decepciones y duelo. Ve envejecer a sus seres queridos y cómo se alejan. Con el tiempo, él también envejece: su cabello se torna gris, su cuerpo se debilita, y la energía brillante de la juventud se desvanece. Siente el peso de las cargas de la vida: la alegría, la tristeza y todo lo que hay en medio.
Ahora, como un anciano, observa impotente cómo las personas que más ama se desvanecen. Siente la profunda tristeza de la pérdida, el dolor agudo de la separación y la soledad que trae el paso del tiempo. La sensación de finitud es abrumadora, y su corazón se rompe de dolor. Las lágrimas llenan sus ojos mientras observa cómo todo lo que valoraba se desvanece.
De repente, justo cuando siente que es completamente consumido por esta tristeza, el maestro saca su cabeza del agua. El estudiante jadea por aire, su pecho se agita y, para su sorpresa, las lágrimas corren por su rostro. Está confundido, desorientado. Siente como si hubiera vivido toda una vida en esos pocos momentos bajo el agua.
El maestro, de pie a su lado con calma, le pregunta suavemente,
“¿Por qué lloras?”
La ilusión del tiempo
La experiencia que el estudiante tuvo bajo el agua representa cuán profundamente estamos inmersos en la ilusión del tiempo. En ese breve momento, el estudiante vivió una vida completa. Experimentó la alegría de la juventud, las complejidades de la adultez y las tristezas de la vejez. Todo le pareció profundamente real, tanto que quedó abrumado por la emoción.
Pero toda esta “vida” fue un producto del pensamiento. Surgió y se disolvió en segundos, sin embargo, mientras estaba inmerso en ella, el estudiante estaba convencido de que avanzaba a través del tiempo. Esta es la ilusión bajo la cual vivimos todos: la creencia de que el tiempo es algo real, externo y lineal.
En realidad, el tiempo es un constructo creado por el pensamiento. Usamos el pensamiento para dividir nuestra experiencia en pasado, presente y futuro. Pero estas divisiones no son inherentes a la realidad; son conceptos mentales. Cuando nos sumergimos en los recuerdos o anticipamos el futuro, simplemente estamos interactuando con pensamientos en el momento presente.
La mente crea la historia de una vida, tal como lo hizo para el estudiante, pero esa historia solo existe en el pensamiento. La conciencia en la que surge esta historia es intemporal, siempre presente. Es la misma conciencia que estuvo con el estudiante durante su infancia y su vejez imaginada, inmutable y siempre aquí.
La pregunta del maestro, “¿Por qué lloras?” invita al estudiante a darse cuenta de que sus lágrimas provienen de creer en la ilusión del tiempo. Llora por las pérdidas imaginadas, por las personas que nunca estuvieron verdaderamente separadas de él. Pero, en realidad, nunca hubo pérdida, nunca hubo paso del tiempo, solo la presencia eterna e ininterrumpida de la conciencia.
El tiempo parece real porque creemos en él, pero cuando miramos de cerca, descubrimos que es solo una serie de pensamientos y percepciones que pasan a través de la conciencia siempre presente que realmente somos.
Aquí hay algunos enlaces a videos (en inglés) de Rupert Spira donde habla sobre la ilusión del tiempo:
“Time Is an Illusion”
https://www.youtube.com/watch?v=Cl5mYoXqI2s
“Time Is an Illusion and Life Is a Dream”
https://www.youtube.com/watch?v=5QkIRf7gzzg
“The Non-Existence of Time”
https://www.youtube.com/watch?v=GNk49fZLQzE
Puedes verlos en el canal oficial de YouTube de Rupert Spira para obtener más información sobre este tema del tiempo.